El tanque nació en los albores de la Primera Guerra Mundial con la idea de poder salvar todo tipo de obstáculos, desde alambradas o muros, hasta zanjas, pues bien, aquí tenéis esta original idea de N. Lebebenko, este ingeniero ruso, que diseñó en 1914, una de las máquinas más extrañas, grandes y pesadas que os podáis imaginar. Inicialmente llamado tanque Lebebenko, y posteriormente re-bautizado con el nombre de Tzar, en honor al Zar Nikolaj que fue el que financió su construcción.
Para que os hagáis una idea este monstruo pesaba 40 toneladas, y cada una de sus ruedas media 9 metros de altura, con estas grandes ruedas se esperaba que pudiese superar cualquier tipo de obstáculo. Mientras que la ruedas delanteras eran motrices, la pequeñas ruedas traseras eran de dirección.
Si observáis con atención, podréis apreciar que el diseño, es muy parecido a un cañón corriente, simplemente se han aumentado considerablemente las dimensiones, y en lugar de cañón se han puesto las torretas para las ametralladoras.
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