domingo, 15 de julio de 2012

Bases para los U-Boote: Lorient.

BUNKERS PARA LOS U-BOOTE
Autores: Miguel González y Daniel Prieto. Fotografía: Miguel González.
Antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial los comandantes de la U-Bootwaffe encargaron la construcción de edificios de protección para sus bases de Helgoland, Kiel y Hamburgo. La idea de tener decenas de submarinos abarloados en sus puertos expuestos a un ataque aéreo no era nada tranquilizadora. Así pues, basándose en las construcciones que durante la Primera Guerra Mundial la marina del Kaiser realizó en el puerto de Brujas, diseñaron y construyeron los primeros bunkers de una larga serie que irían repartiendo por los países conquistados.
La conquista de Noruega, Países Bajos y Francia abrió nuevas posibilidades para los submarinos, las nuevas bases allí creadas tendrían unas ventajas muy notables, en primer lugar evitaban el peligroso tránsito desde Alemania al Atlántico al tiempo que podían penetrar más en este gracias al aumento de su autonomía. Todo ello garantizaba más submarinos de patrulla disponiendo de las mismas unidades.
En Noruega se utilizaron los puertos de Trondheim y Bergen, mientras que en Francia se hacía lo propio con los de Brest, Lorient, St Nazaire, La Pallice y Burdeos. Algunas localizaciones se escogieron por existir allí astilleros como Lorient o Brest, otras por el contrario, fueron creadas en puertos normales como Burdeos, St Nazaire y La Pallice. En estas últimas se accedía a las “piscinas” a través de compuertas que controlaban los efectos de las mareas.
Si bien las bases estaban más cerca del Atlántico también lo estaban de la RAF, así pues, los alemanes comenzaron de inmediato la construcción de estas fantásticas moles de hormigón y acero.
La arquitectura de estos fantásticos edificios era responsabilidad del Departamento de Construcciones Navales (Marinebouwessens) y su construcción corrió a cargo de la Organización Todt, la agencia de Construcciones del Estado a cargo del Dr. Fritz Todt.
La Oranización Todt era lo más parecido a un ejército dedicado a la construcción y contaba con más de 300.000 efectivos. Después del inicio de las hostilidades se les sumarian miles de prisioneros utilizados literalmente como esclavos para los trabajos más duros o arriesgados. Entre estos se encontraban españoles que habían sido internados en Francia tras la Guerra Civil. Los alemanes reconocieron que los españoles eran buenos trabajadores y poco a poco estos últimos se ganaron el respeto de sus guardianes que comenzaron a otorgarles un trato mejor que a los otros prisioneros. La jornada laboral era de 12 horas de 7 a.m a 7 p.m. sólo interrumpida por los ataques aéreos.
Estos edificios no sólo protegían los submarinos, allí también había talleres, generadores eléctricos, estaciones de bombeo, almacenes, oficinas, cuarteles, unidades de ventilación, servicios médicos , sala de comunicaciones etc. Incluso las vías del tren penetraban en su interior.

Bases de submarinos en Francia, excepto la de Brest que se encuentra activa y en uso a dia de hoy por la Marina Francesa el resto de bases se pueden visitar en mayor o menor medida.
Las dársenas para submarinos se dividían en dos tipos. Las “secas” y los “humedas”. Las “secas” eran las que tenían la capacidad de ser vaciadas en el asombroso tiempo de tres horas para servir de dique seco y por tanto como dique de reparaciones. Las “humedas”, no disponían de esta posibilidad y servían para protección y para trabajos en el interior y en la obra muerta del submarino.
 En cada uno de estas dársenas había un puente grúa con capacidad para 30 toneladas. Las dársenas podían ser cerradas con enormes compuertas de acero en caso de ataque. En los casos de las bases interiores (sin acceso directo a mar abierto), el acceso y salida de los submarinos se realizaba a través de unos pequeños canales en los que había unas compuertas que mantenían el nivel del agua constante en la dársena principal. Esto suponía un talón de Aquiles, ya que si un ataque conseguía inutilizar esas compuertas, la base entera quedaría inutilizada.
Concientes de ello los alemanes crearon unos bunkers del tamaño de estas compuertas para protegerlas de las bombas aliadas. En St Nazaire y La Pallice aún se conservan mientras que en Burdeos no se completaron y fueron demolidas tras la Guerra.
La efectividad de los bunkers quedaría más que probada y pese al diseño de modernas bombas aliadas, los alemanes contrarrestaron sus efectos mejorando la resistencia de sus edificios. Los techos alcanzaron los ¡ 7 metros de espesor!.
Incluso las devastadoras bombas “Tallboy” cargadas con dos toneladas de alto explosivo no consiguieron causarles demasiados daños.
No obstante, los aliados conscientes de la amenaza que suponían estas bases las bombardearon sistemáticamente, consiguiendo, eso sí, devastar las ciudades de su alrededor en un vano intento de limitar su efectividad.  Lamentablemente para los intereses aliados habían sido diseñadas para tener un elevado grado de autosuficiencia, que incluía suministro eléctrico propio, abastecimiento de agua subterráneo, así como servicios de todo tipo en el interior de los bunkers, permitiendo que, pese a los esfuerzos aliados, estas bases estuviesen siempre a pleno rendimiento.
Gran parte de estos bunkers han sobrevivido intactos todos estos años y parece ser que lo harán muchos más. Demolerlos requiere un esfuerzo enorme que ha llevado a los gobiernos de estos países a dejarlos tal cual están o a utilizarlos bien como almacenes o bien como parte de las instalaciones propias de los puertos donde se encuentran. Incluso existe uno en Hamburgo en cuyo interior aún hay submarinos (Fink II). Su entrada fue dinamitada para que nadie pueda acceder a su interior.
Aún hoy se pueden apreciar partes del original camuflaje disruptivo, eslóganes patrióticos, numeraciones y señales de aviso en sus muros.
Como nota curiosa diremos que la Armada Española elaboró, como parte de un programa naval muy ambicioso, la construcción de uno de estos bunkers en Cartagena, en la que se pretendía fuese la nueva base de submarinos del Espalmador. Dicho edificio estaba diseñado para tener tres dársenas y sería completado con seis túneles excavados en la roca que tendrían el mismo cometido. En dicho plan se pretendía la construcción de nada menos que cincuenta submarinos del tipo VII y por tanto la base debería adecuarse a tan fantástica flota. Las obras se iniciaron en 1944 con la excavación de dos túneles de 100 metros de longitud utilizables como dique seco y provistos de los talleres necesarios para el mantenimientos de los submarinos. Su ejecución resultaría muy difícil y fueron abandonando el proyecto que a mediados de los cincuenta pasaría definitivamente al olvido.
Con motivo de la visita que nuestro colaborador y amigo Miguel González ha realizado a las bases francesas hemos preparado unas visitas guiadas que podréis disfrutar accediendo desde el mapa principal que veréis a continuación....

BASE DE U-BOOTE EN LORIENT
Texto y fotografía:
 Miguel González y Daniel Prieto.
Este puerto estuvo bajo control alemán a partir del 21 de junio de 1940 y dieciséis días después llegaba el primer submarino que no era otro que el mismísimo U 30 del desafortunado Julius Lemp.
La primera instalación sería la mejora de una rampa para la extracción de pesqueros que una vez perfeccionada podía sacar del agua a submarinos de pequeño porte, colocarlos en una plataforma giratoria y después guarecerlos en uno de los seis pequeños bunkers para reparaciones.
En 1941 comenzó la construcción de Keroman I con cinco dársenas y una rampa para sacar los submarinos de la dársena principal (única con acceso a la mar) y moverlos hasta los otras cuatro . Posteriormente con la construcción de Keroman II se ampliaría a 8 dársenas exteriores más. Los bunkers de Keroman I median 120 m de largo, 18,5 m de alto y sus muros median 2,5 m de ancho, mientras que el techo tenía 3 metros de espesor. Terminó de construirse en septiembre del 41.
Kéroman I era el edificio más importante y en él los submarinos eran sacados fuera del agua para su mantenimiento por medio de un dique que podía ser secado, quedando el submarino apoyado en un carro sobre raíles que permitía desplazarlo a uno de sus cinco refugios. Kéroman 2 disponía de 7 dársenas adicionales. Como veremos perfectamente en el plano y en las fotos hay un espacio al aire libre entre K1 y K2, justamente donde los franceses han colocado su submarino tipo Daphné. Este submarino no está ahí caprichosamente sino que nos muestra cómo los submarinos pasaban del dique a los hangares de K1 y K2. La operación de sacar un submarino y llevarlo a su hangar demoraba 15 minutos de los cuales 10 transcurrían con el submarino al aire libre.
En octubre de 1941 comenzó la construcción de Kéroman III  (en el plano nº3) , sería del tipo más convencional con cada dársena abierta a la mar. Contaba con 7 atracaderos y todos ellos con capacidad de ser vaciados y utilizados como diques secos. Eran más largos, altos y su techo tenía ¡7 metros de espesor!. Existía la intención de Keroman IV para los tipo XXI pero la dirección que tomó la guerra dio al traste con el proyecto. La base estaba fuertemente defendida con un enorme despliegue de anti-aéreos, pese a lo cual fue bombardeada de manera significativa en 33 ocasiones. En uno de estos raids aéreos en 1943 participaron más de 100 aviones de los cuales 60 fueron derribados o seriamente dañados. Como protección adicional se hundieron dos viejos barcos justo enfrente de las dársenas de los que se sujetaron barreras de globos.
La base de Lorient fue la más grande de todas las instaladas en Francia, en ella se llevaron a cabo 492 carenas, casi la mitad de todas las realizadas en este país.
En la base de Lorient se asentó la 2ª Flotilla desde el verano de 1940 con submarinos del Tipo IA, VII y Tipo IX. Sus comandantes fueron Werner Hartmann, Heinz Fischer, Victor Shützle y Ernest Kals. También lo hizo la 10ª Flotilla con submarinos de los tipos IX, XB y XIV y estuvo bajo el mando de Günter Kuhnke.
En Lorient estuvieron los submarinos de los Ases Günter Prien, Otto Kretschemer, Joachim Schepke y Reinhard Hardegen entre otros. Además los submarinos con más hundimientos tenían esta base como punto de salida, algunos ejemplos son: el U 48, U 99, U 103 y U 124.
La última nave que salió de Lorient fue el U 155 el día 5 de septiembre del 44. La base no se rindió a los americanos hasta el día 10 de mayo del 45 dos días después del VE Day.
Tras la Guerra la Marine Nationale se hizo cargo de las instalaciones en las cuales continuaba el famoso U 123 que pasó a llamarse S-10 Blaison. Las autoridades sabedoras del significado histórico de estas estructuras tienen un programa de visitas guiadas desde mediados de junio a mediados de septiembre. Hay que destacar que sigue siendo una base militar y por tanto el visitante a de conformarse con acercarse a su perímetro exterior.
    En marzo del 2005, me decidí a hacer un ansiado viaje, Normandia  la escena del desembarco Aliado, y cómo no el muro Atlántico, pero el viaje no estaría completo si no visitara también una de las bases de U-Boat. En concreto en la costa francesa hay cinco bases: Burdeos, St. Nazarie, Lorient, La Rochele y Brest, yo me decidí por Lorient.
  Encontrar la base de submarinos no supone ningún problema  nada mas llegar te encuentras con una rotonda, en el lado izquierdo la proa de un pesquero y en el derecho la de un submarino, al fondo a unos 400 metros ya ves esa enorme estructura de hormigón impresionante incluso a esa distancia.
Espero que disfrutéis de la visita que os he preparado.
Como buen asturiano no puedo dejar pasar la ocasión de poner esta curiosidad. En la foto de la derecha vemos el nombre de una de las rotondas de Lorient. Curioso verdad?



 Para entender mejor como es todo el entorno de la base, decidí hacer un pequeño croquis señalando desde donde he tomado las fotos.
 Aparcamos el coche, y para mi sorpresa justo enfrente me encuentro con un submarino en dique seco,  esperando ver una taquilla para poder visitar la base y el submarino, lleve una tremenda decepción cuando comprobé que estaba cerrado.




 A la derecha detalle de una de las puertas del complejo



La base tenía varias entradas todas ellas estaban dotadas de puertas blindadas, asaltar una de estas bases era misión imposible. Los aliados podían bombardearlas sin sufrir apenas daños, eran autónomas, tenian sus propios recursos y comida, como un castillo medieval, solo un continuado asedio podía derrotarlas.







 Las vallas impedían el paso ya que la base es propiedad de la Marina Francesa, al menos parte de ella. Aún asi podemos movernos con total lbertad y visitar gran parte, pero en ningún momento tendremos acceso al interior.






 La base es enorme, mucho mas de lo que pensaba, rodearla te llevara un tiempo, los enormes muros de hormigon hacen ver al visitante por que aun sigue en pie, cuesta mas demolerla que dejarla como esta, ademas de que aun se puede hacer buen uso de ella.






No sabría deciros para que servia este sistema con cuatro valvulas, pero todo hace pensar que era para introducir algún tipo de liquido en el interior del complejo, quizá para descargar cuatro camines a la vez.
 


 

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